Skip to content

Para Adolescentes

Adolescentes

En la adolescencia se vive una compleja transición. Freud, quien fue el inventor del psicoanálisis, no nombró la “adolescencia” sino la pubertad y planteaba que es una de las experiencias más dolorosas que debe realizar el ser humano. Se vive un duelo.
Dejas ese lugar de la infancia y comienzas atravesar un nuevo recorrido en el que
construyes tu nueva identidad.
En la pubertad, como proceso biológico, comienzan a manifestarse los cambios físicos y con ello la angustia que se vive por esa transformación. Durante ese proceso de cambios hay confusión, nuevas identificaciones y temores que producen tensiones.
Inicia la sexualidad y la separación de los padres. En la adolescencia hay un tiempo lógico en el que cada uno, a su propio ritmo, se va descubriendo. La angustia por la propia imagen inquieta. Los ideales van construyendo a ese adolescente que busca, por diferentes vías, saber realmente quién es.

En esta etapa, es vital el acompañamiento de la familia o de quienes están a cargo de sus cuidados. Algunos no tienen otra opción que enfrentarse a solas durante esa etapa
y a otros les toca salir de la voracidad de una familia que los asfixia.
El apoyo psicológico, tanto para los adolescentes, como para la familia puede ser de gran ayuda para enfrentar las problemáticas que se presentan en esta etapa. Es una oportunidad contar con una escucha diferente para atravesar esta compleja transición de la vida.

Vivimos en tiempo de muchas transformaciones sociales y culturales, los adolescentes actuales crecen en un mundo en el que las figuras de autoridad han perdido fuerza y los ideales de la época se sostienen en mandatos de felicidad y superación que son difíciles de alcanzar, someten a las familias a exigencias laborales y económicas que fracturan los vínculos entre los integrantes del grupo familiar.

¿Cuáles síntomas aparecen hoy en la adolescencia?

Puede aparecer uno o varios de estos síntomas, tales como:
Tristeza recurrente, problemas con la alimentación, bullying, cortes en el cuerpo, fobias sociales, problemas en los vínculos familiares o con el entorno, insomnio, aislamiento social, autolesiones, toxicomanías, distorsión de su propia imagen corporal, angustia, ansiedad, miedos, violencia, inhibiciones, adicciones a las pantallas, videojuegos y/o drogas, problemas con el consumo de alcohol, desafío con la autoridad, dificultades escolares y otras problemáticas actuales.

En cualquiera de los síntomas presentados, hay que buscar ayuda profesional. Pide una cita.

Antes de pedir cita es preciso una entrevista con el padre, madre o quien esté a cargo de la crianza.