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La emigración y sus dificultades

La emigración y sus dificultades

   José Alejandro vino a mi consulta hecho un mar de lágrimas, tan inmenso
como el mar que lo separaba de su tierra, como el mismo me lo dijo. Se fue de su país en busca de seguridad y oportunidades para el y su familia, pero ha pagado un precio muy alto, debe empezar de cero, dejando todo atrás, como el mismo me lo dice “he dejado mi vida atrás y no sé qué hacer”.

   En estos últimos tiempos, muchos de nosotros hemos experimentado la
emigración. Por lo que pudiéramos decir que sabemos lo que significa emigrar, sin embargo, no todos conocemos los efectos psíquicos que esto produce.

   Cuando analizamos las razones de ¿por que se emigra? Nos encontramos
un abanico de respuestas, tales como: conocer mundo, buscar calidad de vida en otro país, o porque en el país donde se vive ya no ofrece las oportunidades que se desean o esperan, incluso algunos se han ido de su pais por buscar seguridad, en términos de salvar la vida.

   A esta decisión, le acompaña el analizar las ventajas y desventajas,
oportunidades y dificultades que se plantean cuando se elije otro pais como destino para vivir. Sin embargo, pocos incluyen la importancia en tomar en cuenta las implicaciones psíquicas de este cambio.

   El emigrar es una decisión que produce una serie de pérdidas y separaciones y que paralelamente exige de cada sujeto que emigra un proceso de adaptación a nuevas costumbres, hábitos, cultura, ideales e idioma, en definitiva, es un nuevo contexto social, laboral y familiar. Es lógico, que mientras sea mayor la diferencia en los nuevos grupos sociales resultará más difícil adaptarse.

   Sin duda alguna, esta serie de perdidas, como por ejemplo el dejar a la familia, a los amigos, tu tierra, el idioma, las diferencias en la comida, el clima, el no encontrar conocidos, no conocer y reconocerte en el lugar nuevo donde se vive, entre otras cosas , implican para el que migra lo que se llama un duelo.

   Cuando hablamos de este duelo, no necesariamente implica que te encuentres enfermo, es tan solo la respuesta psíquica normal a todas estas pérdidas. Se trata de un duelo parcial, y la razón es porque no se ha perdido definitivamente ni a la familia, a los amigos, la cultura.

   En algunos casos, se puede experimentar un duelo recurrente cada vez que hay comunicación o se visita el país nativo. Igualmente, se pudiera decir que este duelo es múltiple porque se pierden muchas cosas a la vez, y puede ser ambivalente porque se vive entre dos lugares, entre lo definitivo y lo transitorio.Pero la vivencia del duelo, no es igual para todo los que emigran. Es, en definitiva, una respuesta particular, de cada uno, y es que no todos se sienten afectados por igual por todas las circunstancias mencionadas o durante el mismo tiempo.

   Algunas de las manifestaciones psíquicas y físicas del duelo que se pueden presentar, tenemos las siguientes: episodios de llanto, angustia, miedo, rabia, irritabilidad, insomnio, palpitaciones, mareos, cansancio, falta de apetito, perdida o aumento de peso, entre otras.

   Estas manifestaciones aunque similares a la depresión, solo son propias a la del duelo y son temporales.

   Lo más importante, es que se elabore adecuadamente el duelo para poder lograr la adaptación que se desea y ante cualquier duda o malestar excesivo no se debe dudar en buscar la ayuda especializada ya que podría convertirse en un cuadro depresivo.

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