La pareja puede ser lugar para el refugio y también para el sufrimiento
Les expongo el caso de una paciente quien viene a consulta por conflictos con su pareja. Le pondremos el nombre de María. María viene a consulta porque discute con su pareja y éste le reprocha el hecho de que ella lo trata de dominar y usa palabras degradantes hasta el punto de humillarlo cuando está enfadada. María recuerda en la sesión que su madre hacía lo mismo con su padre cuando ellos discutían. María repite una escena familiar.
Podemos decir entonces, que malentendido que se presenta en el intento de diálogo, impacta de forma contundente en la armonía que pueda haber entre ambos. Cuando una pareja discute, detrás de esa discusión que parece interminable, hay mucho más que ellos dos tratando de defender sus puntos de vista, existen voces no conscientes que se traen del repertorio familiar, dichos y voces que se repiten en la escena y generan conflicto.
Basta con que uno de los miembros de una pareja decida hacerse cargo del malestar y quiera indagar en las causas su sufrimiento. Para buscar una posible solución, consultar con un profesional le irá haciendo poco a poco tomar consciencia de lo que le pasa e ir cambiando de posición subjetiva en torno al conflicto.
Hace falta valentía y un deseo de querer solucionarlo para poner fin al padecimiento. La solución es singular y esto traerá como consecuencia que hayan cambios en la manera de relacionarse con la pareja o que se tome la decisión de ponerle fin a la relación. En cualquier caso, apostar por la vida es conectarnos con aquello que nos hace estar bien.
Irene Cardona
Psicoanalista, Psicólogo con especialidad en clínica y Psicopedagoga
Psicoanalista, Psicólogo con especialidad en clínica y Psicopedagoga
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