Felicidad permanente: misión imposible
¿Podemos ser felices para siempre? La respuesta a esta pregunta es no. Actualmente, y sobre todo debido a algunas redes sociales, tenemos una idea de que debemos/tenemos que estar siempre felices. Incluso nos podemos sentir mal por no sentirnos bien, por sentirnos tristes un dia o por estar desanimados. Somos humanos, y estamos hechos (de entre muchas otras cosas) de emociones. Por ello, tenemos que vivirlas todas, experimentarlas todas, aceptar las emociones y vivirlas.
Esta idea de que no podemos ser felices eternamente parte de la teoría del hedonismo de Eynsec, y es que, según este psicólogo quien desarrollo esta teoría, nuestro cerebro no nos lo permite. Esto ocurre porque el estado de felicidad del ser humano, siempre vuelve al estado anterior a un suceso, tras pasar ese suceso. Y este suceso/evento puede ser negativo o positivo.
Quizás con un ejemplo se ve mas claro, si tras la muerte de un familiar o la ruptura con una pareja experimentamos emociones como la tristeza, la soledad o la incertidumbre, debemos saber, que siguiendo esta teoría del hedonismo, pasado un tiempo volveremos a estar en el estado de felicidad anterior a ese evento negativo. Es decir, superaremos el duelo o la ruptura.
Otro ejemplo que se me ocurre es cuando empezamos a conocer a alguien (a nivel de pareja), al principio, tus emociones al reunirte o al pensar en esa persona, van a ser de alegría, entusiasmo, pasión, sin embargo, tras pasado un tiempo, nuestro estado de felicidad volverá al estado anterior. Es decir, nos acostumbramos/habituamos a esa persona, y ya no nos despierta esas emociones.
Esta idea puede ser muy útil para entender ciertos comportamientos humanos como la superación de un duelo, ruptura o perdida, a comprender porque nuestra pareja ya no se siente igual con nosotras o nosotras con nuestra pareja, de igual modo que a entender cuanto nos motiva un trabajo por el que estábamos luchando, en sus fases iniciales y como nos aburre pasado un tiempo.
Y esto se debe a la búsqueda constante de nuevos estímulos de nuestro cerebro humano, y a estar en continua búsqueda de la felicidad.
Rocío Galán
Psicóloga especializada en Psicología General Sanitaria